lunes, 23 de noviembre de 2009
BARCELONA
Me costó el desarraigarme de toda raiz, partí hacia Barcelona, con la guerra. la historia y el silencio de mi vida.
Huésped de las calles, de los edificios, de las gentes y del metro.
Huésped de una imagen estática, forastero de la ciudad.
Y día a día por tus calles mis ojos se condenaban a no ver lo que anhelaban.
Mis ojos no veían el sendero de la libertad, pues su sendero era ya una condena...
¿Me conduciría este sendero tal vez a tí?
Tortuoso el camino de la verdad, verdad que está cada vez más cerca(lejos) del camino, cuánto más se aleja(se acerca), y así el hombre recorre circunferencias de camino que no tienen principio ni fin, camino del exilio...
Forastero de la ciudad, se descubre la presencia de la luz en la más completa obscuridad, luz que sirve para aminorar la presencia del
HAMBRE
HOMBRE
Mi mente rompe el corazón de las fronteras, de las Naciones....que limitan y humillan para destruir los corazones libres.
Boas noites
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